Sarghona deja a su bebé en casa y se coloca el burka para salir a la calle, porque, además de candidata a las elecciones de Afganistán, es también mujer en una región ultraconservadora de un país ultraconservador.

Con 13 años Jamida conoció el infierno: sus tíos la encerraban y golpeaban a diario. Ella solo quería estudiar. Ahora lucha para garantizar la educación de la próxima generación de jóvenes afganas. Hoy en día en Afganistán, de cuatro niñas, tres no saben leer.

Maryam se deja ver de puesto en puesto y entre los votantes repartiendo papeletas. Tiene solo 26 años y renunció a su trabajo como presentadora para dedicarse a la política: "Pienso que necesitamos mejorar los derechos de las mujeres en nuestro país".

Tras la guerra de 2001 las afganas pudieron acceder al Parlamento, a la Administración o los negocios. Estas son las elecciones legislativas con mayor número de mujeres candidatas de la historia del país: un 16%. Una cifra récord, pero aún quedan muchos muros por derribar en uno de los peores países del mundo para las mujeres.