Cada país lucha contra la propagación del coronavirus con unas medidas que en pocas ocasiones coinciden. La provincia de Hubei (China) tiene aislados a 50 millones de habitantes desde el pasado 23 de enero. Es uno de los lugares más severos a la hora de tomar medidas contra el COVID-19.

La OMS ha pedido precisamente esfuerzos a los países para contener la propagación del virus, algo que aseguran que han conseguido "los países que han luchado duro" contra él.

Italia, uno de los países más afectados por el coronavirus, ha cerrado escuelas y universidades hasta el 15 de marzo, prohibiendo también manifestaciones y congresos. Además, los eventos deportivos se celebran a puerta cerrada y se pide a las personas que mantengan un metro de distancia entre ellas.

El resto de Europa, por el contrario, es menos drástica. Francia prohíbe las concentraciones de más de 5.000 personas y suspende los viajes escolares al extranjero, requisando todas las mascarillas, una medida que también ha tomado Alemania.

Una línea de contención similar a la alemana ha aplicado España, que ha suspendido los congresos médicos para que todos los sanitarios estén disponibles.

Corea del Sur, Japón e Irán mantienen sus colegios cerrados. Este último preocupa especialmente a la OMS, que ha enviado allí 100.000 equipos de diagnóstico y 15.000 trajes para sanitarios. Pero es Israel el país más restrictivo de todos. Ha vetado la entrada de viajeros de una decena de países, entre los que se encuentra España.