Las lluvias torrenciales que han caído en el suroeste de China han dejado impactantes imágenes como las cascadas que caen desde un puente.

Las calles están completamente inundadas y los trabajadores intentan dragar el agua para garantizar el tráfico fluido. Algunas entradas a las autopistas también han cerrado por las inundaciones.

A principios de julio al menos seis personas murieron y varias desaparecieron debido al temporal de lluvia y las inundaciones que tuvieron lugar en la provincia de Jiangxi, en el este de China. Además, hasta 88.000 vecinos tuvieron que ser evacuados a lugares seguros.

Entonces, las pérdidas económicas se estimaron en unos 1.590 millones de yuanes, unos 200 millones de euros y fue necesaria la activación del plan de emergencia. Se movilizaron efectivos y se distribuyeron mantas y esterillas de bambú a los vecinos afectados.