Las imágenes fueron grabadas por una cámara de seguridad. Las olas fueron provocadas por el viento, que llegó incluso a los 217 kilómetros por hora. El hombre parece no ser consciente del peligro al que se enfrentaba.

A pesar del fuerte golpe, parece que no se hizo daño ninguno y fue capaz de levantarse por si solo y marcharse.