Las imágenes fueron grabadas por él mismo, un adolescente de 17 años con un revólver que afirmaba ser el brazo armado de los chalecos amarillos.

El menor había secuestrado a cuatro rehenes que tras cinco horas retenidos a las afueras de Toulouse, en Francia, fueron liberados sin daños personales. El ataque terrorista no está entre las principales hipótesis del suceso.