El hijo de George Floyd, Mason Floyd, se ha mostrado "feliz" de que el resto de policías implicados en la operación que acabó con la vida de su padre hayan sido acusados de cooperar en el asesinato del afroamericano.

"Estoy feliz de que todos los oficiales hayan sido arrestados. Mi padre no debería haber sido asesinado así. Nos merecemos justicia", ha explicado el joven, que ha visitado el lugar donde su padre fue asesinado, un lugar que ha quedado convertido ya en un símbolo contra el racismo.

El fiscal de Minnesotta, Keith Ellison, ha endurecido los cargos contra el policía acusado de la muerte de George Floyd, que podría pasar hasta 40 años en la cárcel por asesinato en segundo grado.

Ellison también ha imputado y arrestado a los otros tres agentes que participaron en los hechos. Todos se encuentran en prisión acusados de ayudar e incitar el asesinato.

El primero de estos agentes es el que permanece impasible mirando a Floyd mientras este grita que no puede respirar, el segundo es el que con su rodilla le presiona la espalda y el tercero el que le sujeta por las piernas. La pena que se pide para cada uno de ellos llega hasta los diez años.

Unos hechos por los que el hijo de George Floyd se ha mostrado "feliz". Ahora tanto él como todos los manifestantes que se lanzaron a la calle clamando justicia han descubierto más detalles de la autopsia de Floyd, que dio positivo por coronavirus en una prueba que se le hizo ya fallecido. Según este informe forense, el oficial, era asintomático en el momento de la detención y el virus no influyó nada en su fallecimiento.

Floyd murió, según la autopsia, a consecuencia de la presión que se ejerció, durante casi nueve minutos, contra su cuello y su espalda.