La cancelación del Mobile World Congress no es la única consecuencia económica que ha generado la propagación del coronavirus. La escasez de suministros procedentes de China ya empieza a notarse en todos los negocios a nivel internacional.

Además, algunas empresas han paralizado sus exportaciones a Hong Kong porque las fábricas del país asiático siguen paradas o funcionando a bajo rendimiento. Una actividad que también se ha paralizado en sus puertos y aeropuertos, que permanecen cerrados.

Si esta situación continúa, muchas empresas se verán obligadas a cancelar sus pedidos. Es el ejemplo de un empresario gallego que fabrica cadenas y anclas para embarcaciones y que, por ahora, no puede reponer la materia prima con la que trabaja.

Este desabastecimiento también ha llegado a otros sectores de peso en España, como el automovilístico o el farmacéutico. Las piezas de los vehículos o los principios activos de los medicamentos son algunos de los productos que se producen en China.

El coronavirus ha causado ya 1.384 fallecimientos, casi todos en el país asiático, y las autoridades sanitarias han confirmado que ya hay más de 65.000 personas afectadas por esta patología a nivel mundial.