Italia ya sabe cómo será la vuelta al cole, prevista para el 14 de septiembre. Las niñas y niños italianos de más de seis años deberán de ponerse la mascarilla en clase, aunque aún está por decidir si una vez sentados también tendrán que llevarla. Esto no se sabrá hasta final de mes, y dependerá del número de positivos de coronavirus diarios nuevos que registre el país.

La medida se concreta en un documento elaborado por el Ministerio de Educación Italiano para laSexta, en el que se explica cuáles son las guías para la reapertura de los centros escolares en el país y que repasamos en estas líneas.

Más inversión y más profesores

El gobierno de Giuseppe Conte ha destinado 3.000 millones de euros para adaptar el curso escolar a la pandemia del COVID-19.

Buena parte de este dinero se destinará a la contratación de personal docente: 147 mil nuevos puestos para profesores, maestros y auxiliares. Todos ellos están sometiéndose ya a pruebas PCR.

Pupitres individuales y clases en bibliotecas, museos o cines

Entre las prioridades del gobierno italiano están la de que los más de ocho millones y medio de alumnos regresen a las aulas manteniendo la distancia de seguridad dentro de las aulas.

Para ello, se está habilitando salas dentro de los colegios, y se buscan espacios fuera de ellos entre los que se barajan museos, parroquias, bibliotecas y hasta cines. También se han comprado dos millones de pupitres individuales y con ruedas, a 300 euros cada uno.

11 millones de mascarillas gratuitas cada día

El documento especifica que, de manera gratuita, el gobierno distribuirá a diario 11 millones de mascarillas y 50.000 litros de gel hidroalcohólico.

Además, se ha acordado que ni alumnos ni docentes podrá acudir al colegio con fiebre.

Test para cualquiera con síntomas

¿Qué pasa si algún niño o niña, o profesor, tiene síntomas? El plan italiano establece que se le realizará de manera inmediata un test a cualquiera que presente síntomas.

En el caso de ser positivo, se trazará su cadena de contactos y también a ellos se le hará la prueba. La decisión de poner en cuarentena a todo un grupo o, directamente, cerrar el centro se valorará caso por caso entre los directores del centro y las autoridades sanitarias locales.