Con Trump en Hamburgo, la ciudad arde sin tregua contra el G20, con sus calles trufadas de coches, contenedores en llamas y manifestaciones que no cesan. Tras una noche de fuertes disturbios que se saldan con decenas de antisistema detenidos y cientos de heridos.

En la primera jornada de trabajo, más allá del terrorismo, la crisis migratoria y el cambio climático, todas las miradas están puestas en el histórico encuentro de dos titanes, Trump y Putin, que ya se han cruzado, saludado y sonreído por los pasillos.

En este primer día de cumbre tendrán su primer cara a cara oficial, una reunión que el estadounidense dice esperar con ganas pero que llega en un momento de renovada desconfianza entre las potencias.