Una cámara de seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos captó las impactantes imágenes del momento en que unos traficantes de personas lanzaban a dos niñas ecuatorianas de tan solo tres y cinco años a través del muro entre ambos países.

Era de madrugada cuando, tal y como se aprecia en el vídeo que ilustra esta noticia, la cámara grabó a un hombre sosteniendo a una niña pequeña por encima de la valla, de cuatro metros de altura, para a continuación arrojarla al suelo sin ningún tipo de protección.

La escalofriante escena, sin embargo, no se queda ahí: momentos después, le pasan a otra menor desde detrás del muro, a la que también deja caer por encima de la valla. Las pequeñas se quedan entonces solas, desorientadas y sin saber qué hacer, mientras los traficantes huyen al otro lado de la frontera.

La jefa de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, Gloria I. Chavez, ha confirmado a través de Twitter que los traficantes, amparándose en la oscuridad de la noche, "escalaron una barrera fronteriza de 14 pies y cruelmente dejaron caer a dos niñas pequeñas en mitad del desierto de Nuevo México", a "millas de la residencia más cercana".

Por suerte, las pequeñas pudieron ser rescatadas por las autoridades. No obstante, Chavez se ha mostrado "horrorizada" por lo ocurrido y ha aseverado que, de no ser por sus agentes, las hermanas "habrían estado expuestas a los duros elementos del desierto durante horas".

Cada día 500 menores no acompañados tratan de cruzar a EEUU

Como ellas, cada día 500 menores no acompañados intentan cruzar la frontera hacia el país norteamericano. Es el caso de un pequeño hondureño de solo cuatro años que ni siquiera llegó a entrar en Estados Unidos; viajaba solo y fue hallado entre unos matorrales por la Policía mexicana.

Los que logran llegar lo hacen a centros de detención de migrantes. En Texas, uno de estos centros, con capacidad para 250 personas, actualmente acoge a 4.000, la mayoría niños, hacinados en espacios de plástico, con apenas sitio e incluso compartiendo colchón y manta.

Una dura realidad cuyo empeoramiento se prevé a lo largo de este año, en el que se espera la llegada de un millón de migrantes a la frontera.