El presidente de Ucrania centraba todas las miradas hoy en la ONU. La conversación entre él y Trump, desclasificada hoy, era la comidilla.

En ella, además de compadreo y peloteo, hay unas polémicas referencias al número dos de Obama, posible rival de Trump en las próximas elecciones, y los negocios de su hijo en Ucrania.

"Una cosa, se está hablando mucho del hijo de Biden, de que Biden paró la investigación de la Fiscalía... y mucha gente quiere saber. Así que todo lo que puedas hacer sobre eso con tu Fiscal General será genial. Biden fue por ahí presumiendo de que lo había parado todo, así que si puedes mirarlo... A mí me suena horrible", decía Donald Trump al teléfono

Zelenski le contestó: "El próximo Fiscal General será una persona cien por cien de mi confianza, él o ella investigarán el caso, específicamente a la compañía que mencionas".

Después, el neoyorquino le da todas las facilidades al ucraniano para que intente ayudarle a demostrar lo que nunca llegó a probarse. ''Le diré a Rudy (mi abogado) y a mi Fiscal General, Barr, que te llamen. Gracias. Y cuando quieras venir a la Casa Blanca, dilo. Pon la fecha y lo cuadramos", aseguraba el mandatario estadounidense.

No se habló, o al menos no está la transcripción, de la congelación de cientos de millones en ayudas a Ucrania con la que según la oposición estadounidense Trump presionó a Zelenski.

Trump ya se ha defendido: "No hubo absolutamente ninguna presión. Es la mayor caza de brujas de la historia de Estados Unidos". Y el propio Volodímir quitaba hierro hoy al tema: "A mí sólo me presiona mi hijo". Poca broma, en juego, la presidencia estadounidense.

Ambos se han reunido en Nueva York tras publicarse la transcripción de la controvertida llamada, y cuando ya ha arrancado el proceso del impeachment contra el presidente estadounidense.