Al menos 11 civiles, entre ellos cinco niños, han fallecido y otra treintena de personas han resultado heridas en los casi 40 bombardeos efectuados por aviones de combate del Ejército sirio en más de una decena de localidades de la teórica zona desmilitarizada de Idlib y la vecina provincia de Hama, en el noroeste de Siria, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Sobre esta región está en vigor un alto el fuego mediado por Rusia y Turquía para proteger a los rebeldes desplazados y sus familias tras los avances de los dos últimos logrados por el Ejército sirio con el apoyo de Moscú.

Con el paso de los meses, sin embargo, la zona se ha convertido en un hervidero de grupos de oposición armados y yihadistas atrincherados que han llevado al Ejército sirio a lanzar una nueva ofensiva en la que Rusia ha reducido su apoyo para no alcanzar a las fuerzas turcas destinadas en las proximidades, ralentizando el avance de las fuerzas de Damasco.

Según el recuento del Observatorio, con sede en Londres pero una red de informantes en Siria, al menos 815 civiles han muerto desde el inicio de la ofensiva sobre Idlib, entre ellos 208 niños y 151 mujeres.

Desde la firma del alto el fuego, el número de civiles muertos es de 1.101, entre ellos 290 menores de edad y 215 mujeres.