En los últimos 10 años hemos visto cientos de movilizaciones en nuestro país: surgió el 15-M en 2011, miles de personas rodearon el Congreso en 2012 y, en 2017, los pensionistas salieron a la calle.

Las revueltas en Túnez a finales de 2010 forzaron la renuncia del presidente Zine El Abidine Ben Ali. Nació la Primavera Árabe, cayó el gobierno de Hosni Mubarak en Egipto, tras 30 años en el poder y en Siria las protestas contra Bashar al Asad desembocaron en una guerra que ha destrozado al país y que parece no tener fin.

Guerras que nos han llevado a los peores dramas humanitarios, como la muerte del pequeño Alan Kurdi, que apareció ahogado en una playa turca en 2015.

El terrorismo también ha golpeado muy duro, sobre todo a París. En 2015, tras el atentado al semanario 'Charlie Hebdo', llegaba el 13N: una ola de ataques coordinados que mataban a 137 personas en la capital francesa. Fue cuatro años antes cuando Estados Unidos confirmaba la muerte del terrorista más buscado: Osama Bin Laden.

También fuimos testigos del desastre que dejó el accidente nuclear más grave de la década y de lo que va de siglo. Ocurrió en Fukushima, en 2011.

En 2013, el mundo despidió al activista y queridísimo expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela y recibió a un nuevo Papa, Francisco.

En 2016, Reino Unido votó en el referéndum que puso en marcha el Brexit y, al otro lado del charco, ese mismo año en Estados Unidos caló el 'America First' de Donald Trump, que ganó las elecciones.

También quedará en nuestra retina la imagen de Notre Dame de París en llamas este mismo año.