Unas 1.370 personas han sido detenidas por la Policía rusa por participar en la manifestación celebrada en Moscú para denunciar irregularidades en las elecciones al Parlamento de la capital rusa, según ha informado el grupo de activistas OWD-Info.

Activistas rusos se manifestaron ante la oficina del alcalde de Moscú, donde proclamaron consignas como "Es usted una desgracia para Rusia", después de que las autoridades electorales rechazaran las candidaturas de varios opositores en los comicios para el Parlamento local.

Las movilizaciones de los activistas, no autorizadas por las autoridades locales, fueron reprimidas por la Policía, que acabó arrestando a 1.370 personas.

Ya habían alertado de que reprimirían las protestas por no contar con el permiso previo de las autoridades locales. Según la Policía, la protesta contó con la participación de unas 3.500 personas, muchas de ellas llegadas a Moscú desde otras ciudades del país.

Durante la protesta, las autoridades cerraron el acceso de vehículos y autobuses al Ayuntamiento moscovita y realizó controles de documentos de identidad a muchos manifestantes. Algunos manifestantes fueron arrestados y fueron liberados horas después.

Los manifestantes reclaman que se permita participar a candidatos independientes en las elecciones locales de Moscú, ya que las autoridades electorales han rechazado a 57 candidatos, incluidos destacados críticos con el Gobierno como Ilya Yashin, Dmitri Gudkov y Lyubov Sobol. Estos tres candidatos fueron arrestados cuando se dirigían a participar en la manifestación.

El partido gobernante está perdiendo apoyos, según las encuestas, principalmente por la mala situación económica en la capital rusa. Rusia Unida ha puesto en marcha una polémica reforma del sistema de pensiones en un momento en el que los salarios bajan y las condiciones de vida están empeorando.

Una semana antes de la manifestación, cientos de personas protestaron por el centro de Moscú, con la participación de Alexéi Navalni, la mayor figura de la oposición rusa, que fue arrestado días después por organizar una protesta sin autorización y fue condenado a 30 días de prisión.