El Consejo de Seguridad de la ONU ha demandado una investigación "creíble y transparente" del bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí que este jueves mató en el Yemen a más de medio centenar de civiles, en su mayoría niños.

Tras discutir el incidente a puerta cerrada, los quince países del Consejo acordaron una breve declaración en la que expresaron su "gran preocupación" por el ataque y trasladaron sus condolencias a las familias de las víctimas.

Además, el Consejo de Seguridad urgió a esclarecer lo sucedido, con una "investigación creíble y transparente", una fórmula distinta a la utilizada en la víspera por el secretario general de la ONU, António Guterres, que demandó una investigación "independiente".

La coalición árabe ha anunciado que va a investigar el bombardeo, una tarea que ha encargado a su Equipo Conjunto para la Evaluación de Incidentes.

Preguntada por si eso es suficiente, la presidenta de turno del Consejo, Karen Pierce, defendió que lo importante es que las pesquisas sean "creíbles".

El Reino Unido es uno de los países que respalda la intervención árabe en Yemen, como también hacen Estados Unidos y Francia, los tres con asiento permanente en el Consejo de Seguridad.

En el órgano está también actualmente Kuwait, que forma parte de la coalición encabezada por Arabia Saudí y que combate a los rebeldes hutíes junto al Gobierno yemení.

En su declaración, el Consejo de Seguridad llamó a todas las partes del conflicto a cumplir con sus obligaciones bajo la ley humanitaria, garantizando "distinción" y "proporcionalidad" en sus ataques.

El bombardeo de este jueves alcanzó a varios vehículos en un mercado en la provincia septentrional de Saada, un bastión opositor.

La mayoría de los muertos son niños de una escuela coránica que viajaban en un autobús para participar en una actividad escolar de verano.

El último balance ofrecido por el Ministerio de Salud del gobierno rebelde hutí (chiíes del Yemen) señala que el bombardeo acabó con la vida de 51 personas, 40 de ellas niños.