Rayshard Brooks, un joven negro de 27 años ha fallecido tras recibir varios disparos por la espalda por parte de un agente de Policía. Este nuevo episodio de brutalidad policial ha originado una noche de protestas en Atlanta, donde el restaurante cercano al lugar de los hechos ha terminado completamente calcinado.

Las protestas comenzaron frente al restaurante, siguieron con algunos enfrentamientos con la policía, que utilizó gases lacrimógenos para tratar de disuadir a los manifestantes, y terminaron cortando una carretera. "La brutalidad policial es el síntoma. El racismo sistemático es el virus", denunciaban algunos de los presentes.

La movilización se ha saldado con la detención de 36 personas y la jefa de Policía ya ha presentado su dimisión. También ha habido consecuencias para el agente que efectuó los disparos, que ha sido despedido, y su compañero, que ha sido suspendido. La Policía del Estado de Georgia ya ha anunciado que habrá una investigación.

En una multitud de ciudades siguen recordando a George Floyd. Como en Washington, donde decenas de personas se han concentrado frente a la Casa Blanca por tercera semana consecutiva. Y en Nueva Orleans han tirado el busto que recordaba a un empresario esclavista golpeándolo con un patinete.

Las cámaras del agente recogieron el momento

Este último episodio de violencia policial contra una persona afroamericana ocurría el pasado viernes por la noche en una zona comercial. Las imágenes que recogió la cámara del policía muestran cómo se acercan al coche del joven afroamericano.

Habían recibido una llamada porque estaba dormido en su coche, bloqueando la recogida de comida de este local. Primero le avisaron de que no podía dormir en ese lugar y que tenía que mover el coche.

Después, los agentes quisieron comprobar su estado, si había bebido alcohol. Brooks aseguró que "no estaba mal", pero tras hacerle la prueba de alcoholemia comprobaron que daba positivo.

Los agentes, entonces, proceden a detenerle y comienza el forcejeo: tratan de contenerle y le tienden en el suelo y le agarran durante un minuto y medio, hasta que el joven se hace con la pistola eléctrica del policía.

Brooks intenta huir apuntando con la pistola taser, justo en el momento en el que la policía le dispara. El joven car al suelo en el párking, y un testigo graba cómo agoniza con el brazo en alto.

La policía de Georgia ha confirmado en un comunicado que le dispararon con un arma de fuego y que Brooks fue trasladado a un hospital, donde murió tras ser operado de urgencia.