Mongolia, la tierra de los descendientes de Gengis Kan, y paraíso fiscal. Namibia, paraíso para los safaris de lujo, y para los evasores fiscales. Son dos de los 17 paraísos fiscales que ha reconocido la Unión Europea.

Ni rastro de Suiza o Panamá. "Hay demasiada política en la elaboración de la lista, faltan países como Holanda o Suiza", explica Carlos Cruzado, portavoz de técnicos de Hacienda.

Algunos, como Marruecos o Andorra, han acabado en otro saco, en el gris o como dice el ministro De Guindos, "entre el infierno y el purgatorio".

Tendrán hasta finales de 2018 para cumplir con los compromisos adquiridos. Si no lo hacen, no podrán acceder a fondos europeos.