Visitar el 'autobús mágico', como se conoce al vehículo atrapado en medio de la nada en Alaska, le costó la vida a una mujer bielorrusa el año pasado mientras intentaba cruzar un río para llegar hasta allí. Y es que visitarlo se convirtió en un peligro llevado hasta el extremo.

Desde que se estrenó 'Hacia rutas salvajes' ('Into the wild') en 2007, el gobierno de Estados Unidos ha tenido que efectuar 15 operaciones de rescate relacionadas con el autobús. Una de ellas este mismo año, cuando cinco turistas italianos se quedaron atrapados en el parque y los equipos de salvamento tuvieron que actuar.

La pasión y la falta de prudencia por llegar hasta allí radica en el mensaje que transmite la película anteriormente mencionada, que está basada en la historia de un chico de 24 años que decidió lanzarse a la búsqueda del espíritu nómada y al reencuentro con la naturaleza como protesta ante el vacío materialista de la sociedad norteamericana.

El joven murió en agosto de 1992 de inanición tras pasarse algunos meses viviendo en el autobús durante la última etapa de su viaje.

La pregunta es: ¿qué es lo que tenía ese autobús para que se quedase a vivir ahí? El 'autobús mágico' no era un vehículo al uso. Fabricado en 1946, fue remodelado y usado en los años 60 para alojar a los trabajadores que estaban asfaltando la pista forestal del parque Denali de Alaska.

Cuando acabaron las obras, dejaron allí el autobús hasta que, medio siglo después, se convirtió en un icono cinematográfico. Ahora, las autoridades de Alaska han decidido retirarlo con un helicóptero militar. La historia que le envolvía seguirá inspirando a muchos, pero ya no hará falta jugarse la vida para rendirla homenaje.