Theresa May ya lo dejó caer el día de la votación con estas palabras: "Este Gobierno seguirá trabajando para que haya un Brexit ordenado". Así se plantea volver a llevar su acuerdo de Brexit al Parlamento. El lunes los diputados van a votar posibles alternativas, desde la unión aduanera a un segundo referéndum, para ver si alguna podría conseguir mayoría.

La idea de la primera ministra sería, dicen fuentes de Downing Street, enfrentar su propuesta a la alternativa más votada el lunes. La enésima votación decisiva para intentar salvar su plan en el ultimísimo momento. Pero con los laboristas y los unionistas norirlandeses plantados en el no, a May se le acaban las opciones.

"Creo que estamos llegando al límite de este proceso en esta Cámara", decía May. Frase que algunos interpretan como el preludio de una convocatoria de elecciones. Eso obligaría a pedir una prórroga larga del Brexit y, por tanto, a que Reino Unido participe en las elecciones europeas.

Aunque no está claro que un nuevo Parlamento salido de las urnas rompa el bloqueo. "Las encuestas dicen que no habrá una mayoría clara para ninguno de los partidos, así que se prolongará la incertidumbre", explica el analista político David Kitching.

En el que debía ser el día uno del Reino Unido fuera de la Unión, todo son incertidumbres y malestar. Un hombre fue detenido anoche cuando intentaba colarse en Downing Street tras una manifestación de los partidarios del Brexit.

Con una salida brusca cada vez más probable, la administración Trump tiende la mano: "Aquí estamos, esperando a llegar a un acuerdo comercial con un Reino Unido independiente de la Unión Europea", aseguraba John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de EEUU. En caso de Brexit sin acuerdo el 12 de abril, el aliado atlántico les espera con los brazos abiertos.