Termina la cumbre del G20, sin sorpresas. Todos los países, excepto EE.UU, vuelven a ratificar su apoyo al Acuerdo de París sobre el clima de 2015. "Estamos comprometidos a dar seguimiento a los acuerdos de París y poner en marcha medidas concretas", destaca el presidente francés, Emmanuel Macron.

Otra de las grandes bazas de la cumbre en Osaka ha sido el apoyo de los 20 a los fundamentos del libre comercio, una medida que choca frontalmente con la guerra abierta entre las economías china y estadounidense. Precisamente, estos dos días en Oxaka han servido para que Donald Trump firme una tregua con el país asiático en su guerra comercial.

Así lo afirma el presidente de Estados Unidos ante los medios de comunicación: "Continuaremos negociando y prometo, al menos por ahora, que no vamos a aumentar los aranceles en China". Como gesto de buena voluntad, parece que el Trump también ha decidido levantar el bloqueo a la compañía de telefonía china Huawei.

Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, también ha estado en la cumbre, pero a juzgar por el recibimiento de los diferentes líderes, su implicación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi forma parte ya del pasado. Su principal valedor ha sido Donald Trump, quien ante la insistencia de los periodistas ha zanjado el tema destacando que "hay muchos implicados" en el asesinato.

En pleno enfrentamiento con Irán, el presidente estadounidenses sabe que Arabia Saudí, ahora más que nunca, es su gran aliado en la zona. Por eso, hacia el príncipe heredero le sobran los halagos: le califica de "amigo" y alaba su gran apuesta por la igualdad de la mujer.