Tenía un gran futuro en la política, pero la congresista estadounidense Katie Hill ha dimitido tras la publicación en Internet de fotos íntimas suyas de una relación con una mujer de su campaña.

Sin embargo, en su última comparecencia ha aprovechado para denunciar el doble rasero existente en Estados Unidos a la hora de juzgar este tipo de asuntos.

"Me voy por culpa de una cultura misógina que alegremente consumió mis fotografías desnuda", ha afirmado ante la Cámara. Ella se ve obligada a marcharse, pero no antes sin criticar que hay muchos hombres acusados de delitos sexuales que siguen en sus escaños o, incluso, en la Casa Blanca, como es el caso de Donald Trump.

"Un hombre que se jacta de ser un depredador sexual, que tiene a decenas de mujeres que le acusan de abuso sexual, se sienta en el despacho más importante del país", ha expresado la congresista.

Tras la publicación de las imágenes, Katie Hill, perteneciente al Partido Demócrata, se ha visto obligada a dimitir y a confirmar que tuvo una relación con una de sus ayudantes.

El origen de las fotos parece ser claro para la congresista, que ha apuntado a su marido, del que se está divorciando, como el responsable de filtrarlas. "Algunos lo llaman 'pornovenganza'", ha indicado Hill, que ha asegurado que han sido "las fuerzas de venganza de un hombre celoso y agrio las que se han combinado para empujar a una mujer joven fuera del poder".