La nueva Comisión Europea con la conservadora Ursula von der Leyen al frente echa a andar este 1 de diciembre con 26 comisarios a su cargo, después de que Reino Unido, obligado por el aplazamiento del Brexit hasta finales de enero, no haya cumplido con la obligación de presentar un comisario aduciendo la próxima cita con las urnas del 12 de diciembre.

El Ejecutivo comunitario, el más paritario hasta la fecha con 12 mujeres, arranca su tarea con un mes de retraso, después de que los candidatos iniciales presentados por Francia, Rumanía y Hungría no recibieran el visto bueno de la Eurocámara. Del total de comisarios, solo ocho de los integrantes de la Comisión de Jean-Claude Juncker repiten.

La nueva presidenta de la Comisión y su Colegio de Comisarios consiguieron el 27 de noviembre el aval de la Eurocámara, gracias al pacto alcanzado previamente por los tres grandes grupos --conservadores, socialistas y liberales-- y lo hicieron con una mayoría mucho más cómoda que el aprobado ajustado de Von der Leyen en julio.

La designación de Von der Leyen por los líderes europeos vino precedida de cierta polémica, ya que estos decidieron no respetar la norma no escrita de que el presidente de la Comisión sea el cabeza de lista del grupo más votado en las elecciones, los llamados 'Spitzenkandidat'.

La entonces ministra de Defensa alemana sí procedía del Partido Popular Europeo (PPE), la principal fuerza en la Eurocámara, y contaba además con el valor añadido de ser una mujer, la primera en optar a presidir la Comisión, algo con lo que los líderes querían enviar un mensaje a la ciudadanía.

Von der Leyen ha vertebrado el nuevo Colegio de comisarios con ocho vicepresidentes, entre los que estará el español Josep Borrell, quien ocupará el cargo de alto representante para asuntos exteriores y política de seguridad, pero solo tres de ellos tendrán poder ejecutivo.