Ucrania ha negado a través del consejero Zelenski, Mijailo Podoliak, cualquier implicación en la masacre que se ha cobrado decenas de vidas en la capital rusa. Incluso, su inteligencia militar (GUR) ha atribuido los hechos a una "operación planeada por los servicios especiales del Kremlin" con el objetivo de "desacreditar a Ucrania y a todo el mundo libre". Desde EEUU asegura que "no hay indicios" de la participación ucraniana en el atentado.

"Por supuesto, estamos hablando de una operación especial de los servicios secretos del Kremlin contra sus propios ciudadanos", ha dicho el portavoz del GUR, Andrí Yusov, citado por la agencia de noticias ucraniana Unián. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el GUR aseguró que el atentado es otro "pretexto" para intensificar la agresión militar rusa contra Ucrania y para justificar una nueva movilización militar dentro de Rusia.

Según el GUR, el hecho de que un grupo de personas con fusiles de asalto pudiera moverse "libremente" por Moscú probaría, "junto con otras pruebas irrefutables" que la masacre fue organizada por el espionaje ruso.

"Por supuesto que Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o las explosiones", ha escrito Podoliak en sus redes sociales, que ha agregado que "Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas" para combatir a Rusia, y ha afirmado que ha sido "la propia Rusia" la que en otras ocasiones "ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar 'acciones antiterroristas' contra grupos étnicos que protestaban".

Asimismo, Podoliak se ha mostrado convencido de que "los acontecimientos" que se están produciendo en Moscú "contribuirán a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización" militar en Rusia y "a una escalada" de la agresión militar a Ucrania. El consejero presidencial ucraniano ha predicho además que la masacre será utilizada por el Kremlin para "justificar los ataques manifiestamente genocidas contra la población civil de Ucrania".

Desde Estados Unidos se ha afirmado, tras conocerse lo sucedido en la capital rusa, que no hay indicios de que Ucrania haya participado en el "horrible" atentado. Lo ha hecho en una rueda de prensa, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, que ha explicado que Estados Unidos aún está recopilando información sobre el suceso, pero que "por el momento no hay indicación alguna de que Ucrania o ciudadanos ucranianos estén involucrados". "En este momento descartaría cualquier conexión con Ucrania", ha subrayo Kirby. El portavoz también ha transmitido sus condolencias a las víctimas del atentado y ha considerado que las imágenes del suceso son "realmente horribles y difíciles de ver".

Una semana antes de las elecciones presidenciales rusas del 15 al 17 de marzo, varias embajadas occidentales, incluida la de Estados Unidos, alertaron sobre posibles ataques terroristas en Rusia. En concreto, la embajada de Estados Unidos en Rusia había pedido el 7 de marzo a los ciudadanos estadounidenses que evitaran eventos multitudinarios en Moscú, como conciertos, porque había información de que "extremistas" planeaban algún tipo de ataque. Preguntado al respecto, Kirby ha asegurado que Washington no tenía conocimiento previo del tiroteo que se produjo este viernes.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha llamado a la comunidad internacional a condenar el atentado perpetrado por varios individuos armados justo antes de un concierto de rock en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha anunciado la muerte de decenas personas, mientras que más de un centenar han resultado heridas. En los vídeos colgados en Telegram por asistentes al concierto se pueden ver varios cadáveres dentro del centro comercial Crocus City Hall.