Malawi es uno de los lugares más pobres del mundo. Así lo reflejan datos tan terribles como que el 10% de la población está afectada con el VIH o que una de cada cinco niñas es víctima de agresiones sexuales. Una cifra preocupante que aumenta cuando se habla de los matrimonios infantiles. Enlaces precoces que los padres ven como única salida posible para terminar con la carga económica que supone tener un hijo más.

Un informe de las Naciones Unidas detalló en 2012 datos tan alarmantes como que más de la mitad de las niñas menores de 18 años están casadas en Malawi, un país que ocupa el octavo puesto entre los 20 con mayores índices de matrimonios infantiles. Este tipo de matrimonio, aunque es ilegal desde 2015 en el país, sigue existiendo a través del término conocido como 'cutomary law', es decir, con el consentimiento paterno y el apoyo de líderes tribales, explica la cadena 'Al Jazeera'.

Pero también existen personas que luchan cada día por las libertades y derechos de unas niñas que, por el mero hecho de nacer en un lugar con esta terrible tradición, tienen marcadas sus vidas desde su infancia. Una de estas valientes personas es Theresa Kachindamoto, líder del Distrito Dedza, en la zona central de Malawi.

Esta heroica mujer, a la que le ofrecieron el cargo porque "es buena con las personas", tiene como fin tres objetivos claros: terminar con los matrimonios infantiles, fomentar la educación enviando a los menores de nuevo a la escuela y prohibir las prácticas de iniciación sexual en niñas. Concretamente, eliminar unos campamentos, denunciados por la Comisión de Derechos Humanos de Malawi, en los que se enseña a las menores, incluso niñas de tan sólo siete años, cómo tener sexo para complacer a los hombres.

Una lucha constante que parece tener sus frutos ya que en los tres años que lleva como jefa, Theresa Kachindamoto ha roto 850 matrimonios infantiles y prohibido las prácticas de iniciación sexual en niñas. Pero todavía queda mucho por hacer, como afirma la propia Kachindamoto. Lo primero, conseguir que todas las niñas tengan una educación y, para ello, esta líder busca financiación para las familias que no puedan pagar los estudios de sus hijos. "Siempre hablo con los padres y les digo que si les ofrecen educación, podrán tenerlo todo en el futuro", explicó a la ONU.