El Tribunal Correccional de París ha absuelto al histórico dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, del cargo de pertenencia a la banda ETA entre 2011 y mediados de 2013.
Las tres juezas que componen la sala del tribunal consideran que no hay ni elementos "ni materiales ni intencionales" que demuestren que en ese período Urrutikoetxea pertenecía a la banda terrorista.
Pese a que él mismo ha reconocido que vivió en la clandestinidad entre 2002 y su arresto en mayo de 2019, las magistradas apuntan en su decisión a que no se le encontraron ni armas, ni documentos falsos, ni pruebas de que mantuviese contacto con otros miembros de la banda en el periodo de la inculpación.
Sobre su presencia en Noruega entre finales de 2011 y comienzos de 2013 junto a los etarras David Pla e Iratxe Sorzábal para intentar negociar con el Gobierno español, que no quiso acudir, es una cuestión que queda fuera de la competencia del tribunal.
Las juezas creen además que el hecho de haber estado implicado en los intentos para el fin de la acción violenta de ETA -como el mismo Urrutikoetxea aseguró en el juicio celebrado en junio- no puede conducir a una condena por terrorismo. Josu Ternera explicó además que, aunque estuvo viviendo en la clandestinidad, había salido de ETA en septiembre de 2006 porque consideraba que había que abandonar la lucha armada.
Esta es la primera de las causas francesas contra Josu Ternera, que está en libertad condicional desde finales de julio de 2020. Todavía tiene pendiente otro juicio en Francia por su presunta pertenencia a ETA entre 2002 y 2005.
La Fiscalía, que teóricamente puede recurrir, había pedido una pena de cinco años de cárcel contra Josu Ternera con el argumento de que seguía formando parte de la organización terrorista, no solo durante el periodo de acusación, entre 2011 y mediados de 2013, sino hasta que él mismo se encargó de anunciar la disolución de la banda en mayo de 2018.