El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, tuvo un derrame cerebral en octubre cuando se encontraba en la prisión de máxima seguridad Belmarsh donde permanece recluido, ha desvelado su prometida Stella Moris, tras conocerse este viernes que ha prosperado su extradición a Estados Unidos.

Assange, acusado de espionaje y con una posible condena de hasta 175 años de prisión a sus espaldas, habría sufrido un derrame cerebral el 27 de octubre durante una comparecencia en vídeo en el proceso abierto con el Tribunal Supremo de Reino Unido sobre su extradición. Desde entonces, se ha sometido a una resonancia magnética y recibe medicación para tratarse por las graves lesiones, ha denunciado Moris en un artículo publicado en 'Daily Mail'.

"Miren a los animales atrapados en jaulas en un zoológico. Les acortan la vida. Eso es lo que le está pasando a Julian. Los interminables casos judiciales son extremadamente estresantes mentalmente", ha dicho su prometida en el periódico británico, que también ha resaltado que en la prisión de máxima seguridad "le faltaba aire fresco y luz solar, una dieta adecuada y los estímulos que necesita".

La Justicia de Reino Unido ha avalado el recurso presentado por Estados Unidos para extraditar al fundador de WikiLeaks al país norteamericano. El Tribunal de Apelaciones ha reactivado el proceso al considerar que había motivos de salud y un alto riesgo de suicido para el acusado en caso de que la extradición siguiese adelante.

"Dado que no estaba en condiciones médicas para asistir a su propio juicio a través de un enlace de video. ¿Cómo pueden siquiera discutir si está en condiciones de ser expuesto a un juicio 'de espectáculo' en los Estados Unidos, un país que se niega a enjuiciar a sus torturadores y criminales de guerra?", ha reaccionado el relator de la ONU que examina casos de torturas y castigos crueles o degradantes, Nils Melzer, en un vídeo que ha publicado en sus redes sociales.

La decisión supone un duro golpe para el activista y programador, si bien su equipo legal está estudiando recurrir el fallo. Al conocer la noticia, Moris expresó que se trataba de un "grave error judicial" e hizo hincapié en que la extradición es "abusiva" y "vengativa": "Debe haber sido horrible escuchar una apelación ante un tribunal en el que no puedes participar, que discute sobre tu salud mental y tu riesgo de suicidio y en la que Estados Unidos argumenta que te lo estás inventando todo", ha criticado.

Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha condenado el fallo y ha aclarado que "apoyará cualquier recurso legal que presente el equipo de Assange". En un comunicado, ha señalado que el caso será llevado ante Naciones Unidas y se ha sumado así a decenas de grupos que han solicitado al Gobierno británico la puesta en libertad del activista.