Por sorpresa y contra todo pronóstico, Javier Milei abandonaba a primera hora de la mañana su hotel para reunirse con el actual presidente argentino, Alberto Fernández en la residencia oficial. A las puertas, una nube de periodistas le esperaba. Un encuentro previsto para este lunes y luego cancelado, que el propio Milei había negado que se fuera a producir. Hasta esto ha convertido en espectáculo al más puro estilo Trump. Incluso en su recorrido seguido por las televisiones argentinas ha hecho un alto en el camino para saludar a unos estudiantes.

Ya en la residencia oficial, solo ha trascendido una foto de los dos líderes en el jardín posando muy serios y distanciados, aunque aseguran que el encuentro fue amable, respetuoso e institucional. Durante dos horas y media han estado reunidos. Sobre la mesa han abordado aspectos del funcionamiento del Estado, la agenda internacional y se dio inicio a los equipos de transición de cara al 10 de diciembre cuando el ultraderechista tomará el poder. Ese día comenzará un rumbo desconocido para Argentina, ha destacado la prensa, o lo que para Milei es "la llegada de una nueva Argentina".

De momento, Milei parece que va a cumplir con sus promesas de campaña, entre las que están prescindir de 11 ministerios y privatizar todo lo que pueda. Eso incluye a los medios de comunicación como ha confirmado en una entrevista para la radio "la televisión pública, radio nacional, privatizado. Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado".

Sin embargo, aunque ha ganado holgadamente la presidencia, las cuentas en el Congreso no le salen.De los 257 escaños solo tiene 38 diputados, algo que sabe. Por eso, en su discurso tras ganar las elecciones invitaba a todos los grupos políticos a respaldar su programa: "Todos aquellos que quieran sumarse a la nueva Argentina, serán bienvenidos".

Serán claves los apoyos del partido de Macri que ya ha avanzado que el reto que tiene por delante no es fácil. Ahora tiene tres semanas para conformar su Ejecutivo y sobre todo ver cómo va a reducir la enorme inflación de más del 140 % que sufre Argentina.