Japón ha solicitado que la UNESCO declare Patrimonio de la Humanidad una isla que impide la entrada a las mujeres. Okinoshima es una isla de 800.000 metros cuadrados situada al sur de Japón, y es uno de los sitios más sagrados del país. 

Desde hace más de 600 años se están llevando a cabo rituales para orar por la seguridad de las embarcaciones y el éxito de las misiones diplomáticas de Japón en el continente asiático. Okinoshima, es propiedad del Santuario Munakata Taisha. El santuario sólo permite a sus sacerdotes llegar a la isla, excepto durante el festival anual que se celebra en mayo, cuando unos 200 hombres tienen permiso de llegar hasta allí.

Aunque se desconoce la razón por la que las mujeres tienen prohibida la entrada a la isla, algunas personas dicen que es debido a la menstruación ya que, la religión sintoísta considera que la sangre es impura y ésta ensuciaría el sitio sagrado. Otros creen que como los viajes a Okinoshima solían ser muy peligrosos, las mujeres tenían prohibido navegar al lugar para protegerlas.

Hasta mediados de 2017 no conoceremos si finalmente esta isla será declarada Patrimonio de la Humanidad, cuando la UNESCO elabore la lista basada en sus estudios locales.