"Nadie quiere maltratar a los indios. Ahora, mira, en Bolivia tenemos un indio que es presidente (Evo Morales). ¿Por qué en Brasil tenemos que mantenerlos recluidos en reservas como si fueran animales en zoológicos", dijo Bolsonaro en declaraciones a medios en Cachoeira Paulista, un municipio en el interior de Sao Paulo.

El mandatario electo, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), respondió así a una pregunta de un periodista sobre la capacidad del futuro Gobierno, que asumirá el 1 de enero, de reducir la deforestación y las emisiones de gases de efecto invernadero, metas recogidas en el Acuerdo de París.

"Sobre el Acuerdo de París, en los últimos 20 años, siempre noté una presión externa -y que fue acogida en Brasil-, en lo relacionado, por ejemplo, a demarcar cada vez más tierra para el indio, demarcar tierra para reservas ambientales, entre otros acuerdos que, a mí entender, fueron nocivos para Brasil", indicó.

"El indio es un ser humano igualito a nosotros. Quiere lo que nosotros queremos y no se puede usar la situación del indio, que es una situación que aún está en inferioridad en relación a la nuestra, para demarcar esa enormidad de tierras", completó. Asimismo, advirtió que esas tierras protegidas, a su entender y "de acuerdo con la propia ONU, por la determinación de los pueblos indígenas", podrían convertirse "en nuevos países en el futuro". "¿Se justifica, por ejemplo, tener la reserva Yanomami, dos veces el tamaño del estado de Río de Janeiro para, tal vez, 9.000 indios? No se justifica eso ahí", apuntó.

Bolsonaro, líder de la emergente extrema derecha en el país y capitán en la reserva del Ejército, viajó por varios municipios del interior del estado de Sao Paulo (sudeste), donde participó de una graduación de oficiales y se reunió con líderes religiosos. Durante la pasada campaña electoral, amagó con retirar a Brasil del Acuerdo de París, aunque luego dio marcha atrás y dijo que mantendría el pacto, al cual ha criticado porque, en su opinión, amenaza la soberanía nacional.