A partir del cinco de agosto en Italia será obligatorio mostrar el certificado sanitario del coronavirus antes de sentarse a la mesa dentro de un bar o un restaurante, entre otros locales de ocio. Así lo ha aprobado el Consejo de Ministros en una reunión en la que también se ha prorrogado el estado de emergencia durante cinco meses (hasta el 31 de diciembre) por el aumento de contagios.
El encargado de explicar una medida que ya han puesto en marcha otros países como Francia ha sido el ministro de Sanidad, Roberto Speranza: "Queremos evitar que un crecimiento de los contagios derive en nuevos cierres y el instrumento que tenemos es la vacuna. Por eso el mensaje es vacunarse, vacunarse, vacunarse", ha insistido el político.
El "certificado verde" constatará que se cumple con uno de los tres requisitos: haber pasado la enfermedad recientemente, estar vacunado o tener una PCR negativa. Además de para consumir en el interior de bares y restaurantes será necesario para teatros, museos, estadios o conciertos. Sin embargo, no se requerirá este documento para consumir en barra o en las terrazas. Tampoco será necesario, de momento, para subirse en el transporte público.
El primer ministro, Mario Draghi, ha defendido que así "los italianos podrán seguir divirtiéndose con la garantía de encontrarse entre personas que no son contagiosas" y considera el nuevo decreto como "una medida que da serenidad".