Se cumple un año del derrumbe del puente Morandi de Génova, Italia, en el que murieron 43 personas y dejó decenas de heridos. Las principales autoridades políticas de Italia, entre ellas el presidente, Sergio Matarella, y el primer ministro, Giuseppe Conte, han encabezado la ceremonia conmemorativa para recordar a las víctimas.

Los directivos de Atlantia, el mayor grupo de autopistas de Italia y responsable del derrumbe sucedido el 14 de agosto de 2018, abandonaron la ceremonia precipitadamente por el reclamo de las familias de varios fallecidos. Algunos de los ejecutivos están siendoinvestigados por su posible responsabilidad en la tragedia.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S), que comparte gobierno con la Liga de Matteo Slvini, ha culpado a Atlantia del derrumbe. La formación ha acusado a la empresa de incumplir sus obligaciones sobre mantenimiento y ha abogado por la retirada de la concesión.

Durante la ceremonia, se han leído los nombres de las 43 víctimas, lo que ha provocado las lágrimas de varias de las autoridades asistentes, entre ellas Conte y Salvini. La ceremonia ha puesto un breve paréntesis en el pulso en el que se encuentran los partidos de gobierno tras la presentación de una moción de censura por parte de la Liga.

El gobernador regional, Giovanni Toti, ha destacado a su llegada al acto que "es un día de luto, pero también de orgullo para la ciudad", capaz de volver a levantarse. Las obras para construir un nuevo puente que sustituya a la anterior infraestructura, que databa de la década de los sesenta, ya han comenzado. No obstante, la investigación sobre el accidente continúa abierta.