El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado en rueda de prensa que los alcaldes italianos podrán clausurar las zonas más concurridas de sus ciudades, como las de fiesta, en caso de aglomeraciones para frenar los contagios, últimamente disparados.

Además, los regidores podrán tomar esta medida a partir de las 21.00 locales si detectan que en un zona determinada se genera una aglomeración de personas, como en las áreas de fiesta nocturna, según el último decreto aprobado este domingo. "No podemos perder tiempo para evitar un nuevo confinamiento general, el país no puede permitírselo", ha explicado Conte al ilustrar estas medidas, centradas especialmente en regular la vida en bares, restaurantes, gimnasios y escuelas, entre otros espacios.

Además, el primer ministro ha detallado que "los alcaldes disponen el cierre al público, tras las 21.00h, de calles y plazas de las ciudades donde se creen aglomeraciones", aunque se permitirá entrar a la zona a quienes acudan a sus comercios "legítimamente abiertos" o a sus domicilios. El nuevo decreto, válido hasta el 13 de noviembre, llega cuando Italia registra una media de unos 9.000 infecciones diarias desde la última semana tras un verano tranquilo y tras detectarse este domingo 11.705 nuevos positivos, la cifra más alta de la pandemia en el país, aunque ahora se hacen muchas más pruebas que al principio.

Eslovaquia hará una prueba de COVID a toda la población

Por su parte, el Gobierno de Eslovaquia ha aprobado este domingo hacer pruebas rápidas de COVID-19 a toda la población en un fin de semana. De esta manera, el país se convierte en el primero que toma esa medida para detectar y aislar el virus.

"El operativo estará a cargo de las Fuerzas Armadas", ha declarado el ministro de Defensa, Jaroslav Nad tras un consejo de ministros extraordinario celebrado en la capital, Bratislava. Además, el titular de Defensa ha detallado que se movilizarán 8.000 efectivos hasta el fin de semana del 31 de octubre y 1 de noviembre, cuando toda la ciudadanía ha sido convocada para realizarse la prueba de antígenos en el colegio electoral donde acude a votar.

En Eslovaquia hay unos 6.000 colegios electorales y en cada uno habrá un equipo de militares, sanitarios y personal civil para recoger las pruebas y coordinar el proceso. Así lo ha destacado el primer ministro, Igor Matovic: "Para que tengamos éxito, será necesario que vaya el máximo número de gente". Eso sí, el político ha afirmado que todavía no saben "si será o no voluntario y sobre los incentivos y desincentivos para acudir al test".