Sonríen a pesar de todo. A bordo del Open Arms, los voluntarios hacen todo lo posible para que lo sigan haciendo en su quinto día parados.

Entre los 121 migrantes que fueron rescatados del Mediterráneo encontramos casos como el de la madre de dos niños etíopes, que llegó al barco tras huir de Libia, donde fue torturada y violada.

La ONG no les puede llevar de vuelta a costas Libias, tampoco a Túnez ya que no son países seguros. Las otras alternativas más próximas son Italia y Malta, pero ambos países rechazado acoger a los migrantes.

Italia ha ido más lejos: ha aprobado definitivamente el polémico decreto que impondrá multas millonarias a las ONG que entren a su país sin permiso.

Toda una victoria para Salvini que ha agradecido a la mismísima virgen María. El ministro del interior podrá además vetar personalmente la entrada de cualquier barco.

Desde el Open Arms, piden que el Gobierno español actúe. "No pretendemos ir a España porque no es su zona de responsabilidad, pero sí que pedimos que intercedan para que podamos desembarcar", señalaba la jefa de misión Proactiva Open Arms en una entrevista en Al Rojo Vivo.

Aunque el Gobierno asegura que estas competencias no son suyas. Así lo recalcaba el ministro en funciones José Luis Ábalos: "La postura del Gobierno está clara, la inmigración es una política de la Unión Europea".

Pero la Unión Europea no puede intervenir porque ningún país, tampoco España, lo ha solicitado