Desde que comenzara el debate sobre los matrimonios homosexuales en el Senado el pasado 2 de febrero, el proyecto de ley ha sido objeto de fuertes divisiones tanto entre las filas de los partidos de la oposición como en el seno del Partido Demócrata (PD), formación que lidera Renzi.

El documento fue inicialmente impulsado por la senadora Monica Cirinná, del PD, con el objetivo de reconocer las uniones entre homosexuales y su derecho a adoptar a los hijos biológicos del cónyuge en Italia, uno de los pocos países europeos que carecen de una normativa al respecto.

Sin embargo, el documento estuvo durante meses bloqueado en la comisión de Justicia de la Cámara alta y también lo ha estado durante las últimas semanas a nivel del propio Senado debido a los múltiples rechazos con los que se ha topado. Renzi había asegurado que aprobar este proyecto de ley sería una de sus prioridades para 2016.

No obstante, su partido por sí solo no contaba con los apoyos suficientes en el Senado para sacarlo adelante, necesitaba los votos de la oposición. Intentó eliminar de un plumazo las numerosas enmiendas presentadas por los grupos contrarios con una propia que esperaba que fuera apoyada por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), creado por el cómico Beppe Grillo.

Pero el M5S se negó a votar esta enmienda y pidió el análisis de cada una de las presentadas por los grupos conservadores, por lo que el PD de Renzi se encontró en minoría y se vio obligado a buscar otros apoyos. Así, negoció con el grupo conservador Nuevo Centroderecha (Ncd), liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano, hasta sacar hoy el proyecto del estancamiento en el que se encontraba.

El proyecto de ley simplifica los procesos de separación y permite que la pareja pueda conservar un apellido único solo mientras la unión se mantenga, entre otros elementos. Tras la aprobación del texto en la Cámara alta, la senadora Cirinná ha sido ovacionada por los miembros de su partido.