Crisis de hambruna en Gaza

Para Israel con un poco de harina, aceite y latas de tomate es suficiente: llegan 8.000 cajas para dos millones de gazatíes hambrientos

El contexto
Solo logran entrar varios millares de cajas para paliar una crisis de hambruna de más de dos meses y que afecta a dos millones. Mientras tanto, la ONU ha tenido que denunciar cómo los soldados de Netanyahu han dispersado a disparos a los gazatíes que pretendían conseguir algo de comida.

Reparto de alimentos en el sur de la Franja de Gaza.
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Tras más de dos meses de bloqueo total, tiempo en el que Benjamin Netanyahu decidió cerrar las fronteras y prohibir la entrada de cualquier tipo de ayuda, tras millones de gazatíes pasando hambre y viendo como morían sus hijos desnutridos, han empezado a llegar los alimentos a Gaza.

La ayuda humanitaria llega con cuenta gotas y se convierte en un mínimo alivio para los que buscan paliar el hambre y, además, sobrevivir a los ataques continuos del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza. De hecho, este martes la población palestina ha podido llevarse algo más a la boca, aunque solo se hayan repartido un poco harina, aceite, salsa de tomate y alimentos enlatados.

Israel ha reconocido que han llegado a Gaza 8.000 cajas con ayuda humanitaria, pero eso es para una población de 2.000.000 de personas que han sufrido y siguen viviendo el bloqueo de Netanyahu. "Nos morimos de hambre. Los niños nos dicen: 'papa quiero comer'", relatan los progenitores entre enfado y llanto. La desesperación es tal que hay padres que aseguran que venderían su sangre para poder alimentarlos.

Y además, esta pequeña ayuda no sirve para acabar con una crisis de hambruna que es muy real y más, si tenemos en cuenta que el reparto de alimentos solo ha llegado a los que viven en el sur de la Franja, cerca de Rafah. De momento, al norte, que además es dónde se han intensificado los ataques israelís en los últimos tiempos, no ha llegado nada. Siguen esperando ayuda, comida y material médico.

Soldados controlando el reparto

En Rafah, al sur de la Franja de Gaza, en la tarde de este martes se ha podido ver a miles de palestinos corriendo desesperados para hacerse con algo de lo poco que se ha repartido. "¡Somos personas pacientes y resilientes! ¡Personas con ganas de vivir!", denunciaba uno de los allí presentes. Porque, algunos, llevan días sin comer.

Este martes han podido ir al centro de distribución de ayuda humanitaria que acaban de instalar en Rafah. Pero la desesperación de la población es ya tan extrema que, según Al Jazeera, los contratistas de la seguridad llegaron a perder el control del reparto y solo habían pasado unos minutos de la apertura de puertas.

"¡Queremos comer! ¡Tenemos hambre! ¡Nos han humillado!", gritaba, en mitad del caos, uno de los gazatíes que se había ilusionado al pensar que se llevaría alimentos. Y, mientras tanto, los soldados han acabado dispersando a la gente de la peor manera posible, disparando.

Eso sí, para limpiar su imagen, el Ejército de Israel ha difundido otras imágenes en las que se ve un supuesto nuevo centro de distribución, también en el sur. Porque al norte no ha llegado nada en tres meses, ni un grano de arroz.