Miles de personas en Gaza han participado en el funeral de los tres menores palestinos que han muerto en un bombardeo israelí junto a la línea divisoria, y han pedido venganza contra Israel. Vecinos, familiares y amigos trasladaron a hombros los cuerpos de los tres niños -Mohamed al Satari, Jaled Abu Saed, ambos de 14 años, y Abdul Hamid Abu Dhaher, de 13- desde el Hospital Al Aqsa, en la ciudad de Deir el Balah, al grito de "Dios es el más grande".

"Esto demuestra lo brutal que es el Ejército israelí y que no tiene moral, porque los ejércitos de los países no matan a niños y niñas", dijo Ibrahim al Satari, de 45 años, padre de uno de los menores junto al cadáver de su hijo Mohamed de 13 años.

El Ejército israelí ha informado de que había disparado desde un avión militar contra tres palestinos que "intentaron dañar la valla de seguridad (con Israel) y, aparentemente, colocaban un aparato explosivo improvisado en su proximidad".

Una portavoz militar ha respondido que no podían desarrollar la información con más detalles de los facilitados. Los equipos de la Media Luna Roja han recuperado los tres cuerpos en el este de Jan Yunis y, poco después, el Ministerio de Sanidad palestino confirmó que los fallecidos eran menores.

"El enemigo sionista es más cobarde de lo que nadie puede imaginar. Nuestros hijos no temen a la muerte y adoran convertirse en mártires (morir por una causa), pero los suyos (israelíes) tienen miedo de la muerte y huyen de nuestros hijos", ha manifestado Abdul Aziz, padre de Abdul Hamid, que perdió un hermano y una hermana en la guerra de 2009.

Ismail Haniye, jefe político del movimiento islamista Hamás, que controla el enclave costero; Ahmad Bahar, vicepresidente del Consejo Legislativo Palestino (Parlamento), y miles de palestinos participaron en la mañana de duelo. El líder de la Yihad Islámica, Jaled al Batsh, también presente y parte del comité de la Gran Marcha del Retorno, ha declarado que "el precio que debe pagar la ocupación después de este crimen es terminar con el bloqueo (impuesto sobre la franja desde que Hamás tomó el poder en el territorio en 2007)".

La organización islamista ha asegurado que la acusación israelí de que los menores pusieron un "artefacto explosivo en la valla" es "mentira y una historia fabricada para justificar los crímenes". La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha acusado a Israel de cometer un "crimen de guerra" y ha pedido que a la Corte Penal Internacional (CPI) que actúe.

Desde que comenzaran las movilizaciones el pasado 30 de marzo, que pide el fin del bloqueo israelí y el derecho al retorno de los refugiados, han muerto más de 200 palestinos por fuego israelí, la mayoría en las protestas y en incidentes violentos junto a la frontera, y la tensión se ha disparado en torno a la valla.