Genocidio en Palestina
Israel convierte el hambre en un arma: más de 100 menores han muerto en Gaza por desnutrición
Los detalles Las madres de los bebés, también desnutridas, no generan ni leche materna que dar a sus hijos. Se estima que, en total, 217 personas han muerto de hambre en el enclave.

Resumen IA supervisado
Israel ha intensificado su guerra contra Gaza utilizando el hambre como arma, además de balas y bombas. La situación es alarmante, con al menos 217 personas fallecidas por desnutrición, afectando gravemente a niños, incluidos recién nacidos. Save the Children informa que más de 100 menores han muerto de hambre. La ONU, a través de Antonio Guterres, ha señalado la gravedad de la situación, afirmando que las palabras no alimentan a los niños. Sin recursos, las familias recurren a infusiones de té o garbanzos molidos para alimentar a sus hijos. La ayuda internacional es insuficiente y peligrosa, ya que los centros de reparto se han convertido en zonas de riesgo donde Israel continúa atacando.
* Resumen supervisado por periodistas.
Israel ha encontrado otra forma de hacer su guerra contra Gaza. Otra forma de asesinar a los gazatíes que están en el enclave. Porque no solo son balas. Porque no solo son bombas. Porque los de Netanyahu están exterminando a toda una población usando el hambre.
Porque la lista del horror es cada vez más amplia. Porque se estima que al menos 217 personas han muerto por desnutrición. Por no tener nada que comer. Por algo que afecta, en especial, a los niños.
A, incluso, los recién nacidos. Bebés de apenas cinco meses mueren de hambre. De apenas 11. Niños y niñas que están en riesgo de desnutrición o ya desnutridos y que pesan la mitad de lo que deberían pesar.
Se estima que son más de 100 los menores, los niños y los adolescentes, que han muerto de hambre en Gaza, según informa Save the Children.
"Las palabras no alimentan a los niños"
Algo sobre lo que la ONU ya avisó. "Alzaremos la voz en cada oportunidad que haya, pero las palabras no alimentan a los niños hambrientos", afirmó Antonio Guterres, su secretario general.
Ni sus padres pueden. Ni las madres, sin leche materna a causa de la desnutrición. Para dar de comer a sus niños, están usando en los biberones infusiones de té o garbanzos molidos, algo que supone un riesgo.
Pero no hay comida en Gaza. La que hay, alcanza precios desorbitados en los mercados que no pueden permitirse los gazatíes. Y la que llega por la ayuda internacional en palés supone en ocasiones un peligro de muerte. Porque caen en zonas de riesgo. Porque van directas al agua. Porque, desde el aire, han llegado incluso a aplastar a varias personas.
Además, los centros de reparto de ayuda se han convertido en campos de tiro en donde Israel mata a decenas y decenas de personas al día.