Israel ha anunciado que cierra el cruce de Erez con Gaza desde mañana domingo en respuesta al lanzamiento de varios cohetes esta semana desde la franja a suelo israelí, tres la pasada noche. "La reapertura del cruce se decidirá en función de la valoración de la situación de seguridad", indicó en un comunicado un portavoz del COGAT, el cuerpo militar israelí que gestiona los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados.
De esta forma, el cruce de Erez quedará cerrado por tiempo indefinido a los comerciantes y trabajadores palestinos que contaban con permisos para entrar a Israel, un número que se aumentó en los últimos meses como una de las medidas de construcción de confianza entre autoridades israelíes y palestinas.
En medio de un nuevo pico de tensión y después de nuevos altercados este viernes en la Explanada de las Mezquitas, las milicias palestinas de Gaza lanzaron dos cohetes por la noche -uno cayó dentro de la franja y otro a un espacio deshabitado cerca de la valla de separación- y un tercero esta madrugada, ataques a los que Israel no respondió con bombardeos selectivos.
Se trata del cuarto ataque con cohetes en una semana, después de que uno fallara el jueves, otro impactara cerca de un vivienda en la localidad israelí de Sderot el miércoles y otro fuera derribado por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro el lunes. Ninguna de las milicias de Gaza ha reivindicado estos ataques, atribuidos por los medios a la Yihad Islámica, aunque las autoridades israelíes responsabilizan a Hamás, que gobierna de facto el enclave desde 2007, de cualquier ataque desde la franja.
Por ello, el Ejército ha respondido a todos esos ataques, excepto a los últimos, bombardeando objetivos de Hamás, incluido un edificio donde fabricaban armas.
En Jerusalén ayer se repitieron los enfrentamientos entre palestinos y policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en el tercer viernes de rezo de Ramadán, después de que Hamás llamara la víspera a los palestinos a "movilizarse" para defender Al Aqsa, mezquita vista como un símbolo nacional palestino.
Decenas de palestinos enmascarados y portando banderas de Hamás se amotinaron dentro de esa mezquita en el primer rezo de las 4:00 y en el del mediodía, y arrojaron piedras a los agentes, que respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos. Las dos tandas de enfrentamientos en ese lugar sagrado para musulmanes y judíos dejaron más de cincuenta palestinos heridos en una jornada en la que más de 150.000 fieles acudieron al rezo de viernes de Ramadán.
Este tipo de enfrentamientos entre palestinos y policía israelí se han repetido casi a diario desde el pasado viernes, cuando hubo más de 150 heridos palestinos y 3 agentes; además de unos 400 detenidos, en una semana en la que han coincidido las celebraciones del Ramadán musulmán y el Pesaj o Pascua judía.
El actual repunte de tensión comenzó hace un mes con una serie de ataques en territorio israelí, que dejaron un saldo de 14 víctimas y fueron seguidos por extensas redadas del Ejército en Cisjordania ocupada, donde desde entonces ya ha muerto más de una veintena de palestinos; antes de que la violencia llegara a Jerusalén hace una semana.