El Ejército israelí ha lanzado en la madrugada de este viernes varios ataques aéreos contra varios complejos militares de Hamás en la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento horas antes de cohetes hacia Israel, tras la muerte este jueves de nueve palestinos durante una redada en un campamento de refugiados en la ciudad cisjordana de Yenín.

"El ataque provocará un daño significativo al fortalecimiento y armamento del (Movimiento de Resistencia Islámica) Hamás. La organización terrorista Hamás tiene la responsabilidad de lo que está pasando en la Franja de Gaza y es quien pagará el precio de las violaciones de seguridad contra el Estado de Israel", reza un comunicado preliminar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que apuntaban que el complejo se ubicaba en el centro del territorio.

Horas después, el Ejército israelí ha comunicado la supuesta destrucción de un segundo campamento militar de Hamás, esta vez en el norte de Gaza: "El lugar había servido como uno de los importantes centros de actividad terrorista de la organización".

Asimismo, las FDI han señalado que "este ataque se ha llevado a cabo en respuesta al lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel", proyectiles que han sido interceptados y han caído en una zona despoblada.

Según la agencia de noticias palestina Wafa, los militares israelíes habrían disparado alrededor de 15 misiles en el campo de refugiados de Al Maghazi, en el centro de Gaza, dañando una infraestructura y viviendas de palestinos, mientras que ha habido ataques también contra el suroeste y el norte. Asimismo, ha indicado que los bombardeos en el centro de la ciudad habrían provocado un corte de energía en la zona y habría causado pánico entre la población, siempre según Wafa.

Los cohetes han sido lanzados después de que el Ministerio de Sanidad palestino confirmara durante el jueves la muerte de al menos nueve personas en una redada en un campamento de refugiados de Yenín, siendo una de las víctimas mortales una civil, tras lo cual el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha declarado tres días de luto.

La Yihad Islámica y Hamás han indicado que Israel "pagará el precio" por la "masacre", asegurando que responderían al ataque "pronto".