24 horas después de los ataques de Irán a Israel, la preocupación mundial es máxima. Este mismo miércoles, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha advertido de que el país tiene la capacidad militar suficiente para atacar "cualquier punto" de Oriente Próximo. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido de que no apoyará un ataque israelí contra instalaciones nucleares iraníes.
La invasión terrestre de Israel en Líbano y la posterior ofensiva lanzada por Irán, que disparó cerca de 200 misiles contra territorio israelí, deja muchas dudas en el aire. ¿Cómo va a devolver Israel el golpe? ¿Qué trama Benjamín Netanyahu a esta hora? ¿Hasta dónde va a llegar esta espiral de ataques y contraataques?
De momento, el mensaje de Israel es claro: se vengarán de Irán. Ya lo decía el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, antes siquiera de que Irán perpetrará esos ataques el martes por la tarde. Destacó que las operaciones militares que su país ha protagonizado en los últimos meses en la Franja de Gaza o en Líbano son contra "el eje del mal de Irán".
Tras los ataques de Irán con cientos de misiles balísticos, Israel confirma esa afirmación del día anterior y añade que "estamos en el apogeo de una guerra difícil contra el eje del mal de Irán".
Israel advierte: "Sabemos atacar con precisión y fuerza"
Este mismo miércoles, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha advertido de que el país tiene la capacidad militar suficiente para atacar "cualquier punto" de Oriente Próximo.
"Y a aquellos de entre nuestros enemigos que no lo hayan entendido aún, pronto lo entenderán", ha aseverado Halevi, que ha asegurado que el Ejército de Israel responderá a la ofensiva iraní. "Sabemos localizar objetivos importante, sabemos atacar con precisión y fuerza", ha añadido.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido de que no apoyará un ataque israelí contra instalaciones nucleares iraníes en caso de producirse en represalia por el lanzamiento de misiles de Irán.
"La respuesta es no", ha dicho al ser preguntado por la prensa este miércoles ante un posible ataque en territorio iraní por parte de Israel, agregando además que discutirá con las autoridades israelíes una respuesta a las acciones de Irán.
En este sentido, Biden ha asegurado que hablará "relativamente pronto" con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y que estará "todo el tiempo" en contacto con el equipo de 'Bibi', refiriéndose a su apodo.
¿Dónde golpeará Israel?
Ahora, todas las miradas están puestas en la respuesta de Israel a los ataques de Irán. Según los expertos que ha consultado laSexta, hay tres grandes posibilidades sobre dónde golpeará Netanyahu. En primer lugar, una revancha de mínimos, con ataques muy limitados a infraestructuras civiles por ejemplo.
La segunda posibilidad sería una revancha de máximos contra las instalaciones nucleares que nos llevarían a un horizonte de guerra total, una locura que ni su mayor aliado, Joe Biden, apoya. Y, por último, la opción intermedia, y por la que los de Netanyahu apuestan: ataques a las refinerías y redes petrolíferas iraníes.
Un objetivo goloso sería la Isla de Kharg, en la crucial cabecera del Golfo Pérsico. Diminuta pero desde la que se exporta el 90 % del crudo iraní. El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Óscar Vara, explica que esto "supondría un impacto tremendo a la economía mundial con subidas del precio del petróleo entre el 20 y el 50%".
Se trataría de una línea roja para el régimen de los ayatolás. Entonces, ellos incendiarían las de toda la región: Arabia Saudí, Azerbaiyán, Kuwait, Emiratos, Bahréin.
Israel estaría viendo una oportunidad única, explican los expertos, para cambiar el orden en Oriente Próximo y situarse como hegemónico, pero antes de ello esperarán a saber quién habitará la Casa Blanca porque, según el periodista de 'El Orden Mundial', Fernando Arancón, "si es Donald Trump sabe que va a poder pisar el acelerador". A los pies de Netanyahu queda la decisión de pisarlo o no.