Los fans de la Casa Real británica llenan estos días Londres y vacían las tiendas de souvenirs. "El incremento fue de un 75% en comparación al verano", explica una mujer de una tienda de souvenirs. Y es que el mundo quiere llevarse un recuerdo de la que sigue siendo un símbolo de Reino Unido. Joaquín Danvila, experto en Marketing y Desarrollo Digital en IEB, destaca que "Isabel II era un emblema" porque tenía "mucha tradición, marca y, sobre todo, conexión, no solo con el mundo británico sino con el resto del mundo".
Directa o indirectamente, la economía británica también se lucra estos días de la Casa Real británica. La prensa, por ejemplo, vendió el doble o el triple de ediciones impresas el día posterior al fallecimiento de la reina. Portadas que hoy podemos encontrar online a la venta por hasta casi 150 euros. "La imagen es del que se la trabaja y a ella no se le puede negar que ha estado siempre trabajando", explica Pedro Rodríguez, profesor Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, que destaca que Isabel II es "una reputación, marketing, un producto imposible de igualar".
Los cuatro días de festividades por su jubileo de platino insuflaron más de 1.150 millones de euros a la economía británica. Con ella siempre en el centro.
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Así lo explica Joaquín Danvila, que afirma que "el 100% de las marcas se construyen en base a personas": "El 100% de las marcas deportivas, empresariales e institucionales son al final personas que conectan". Ahora, se preguntan si Carlos III podrá mantener la imagen de la institución que ella ha labrado durante 70 años. "Es muy difícil de igualar con alguien que llega además con un déficit de popularidad", explica Pedro Rodríguez. Por su parte, Danvila destaca que "apalancarse en la institución como las personas que lo forman va a ser la clave". Es decir, su familia y su capacidad para mantener su cercanía con el público. Porque la monarquía británica cuesta a sus ciudadanos 575 millones de euros, pero aporta cuatro veces más a su economía.