La Inteligenia iraní ha anunciado la detención de 17 iraníes que trabajaban como espías para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y ha afirmado que algunos de ellos ya han sido condenados a pena de muerte. Estos formaban parte de una red de espionaje cibernético estadounidense que fue desmantelada hace un tiempo por el gobierno de Hasán Rohaní.

El jefe del antiespionaje del Ministerio de Inteligencia de Irán ha explicado que aquellos que "habían colaborado consciente y deliberadamente (con la CIA)" fueron entregados al Poder Judicial y condenados a muerte o a "largas" penas de prisión. Los sentenciados a la pena capital, de los que no ha ofrecido cifra exacta, han sido declarados culpables de "corrupción en la tierra", un delito que la jurisprudencia islámica castiga usualmente con la horca. Algunos de los detenidos, los cuales "interactuaron con plena honestidad con la Inteligencia (iraní) y se aprobó su arrepentimiento", han sido utilizados para conseguir información sobre Estados Unidos.

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Los 17 arrestados no se encontraban en contacto entre ellos, sino que cada uno se comunicaba con un agente de la CIA diferente y eran empleados en "centros importantes del país", como centrales nucleares. La Inteligencia de Estados Unidos se acercó a ellos en conferencias científicas celebradas en África, Asia y Europa o les contactó por las redes sociales, prometiéndoles dinero y visados o permisos de residencia en el país americano. Los espías contaban con documentación falsa que la CIA ha dado orden de eliminar.

La red de espionaje ha tenido "un papel importante en las operaciones de la CIA en diferentes países", según ha afirmado el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjaní. Este también ha denunciado que Estados Unidos tiene un largo historial de ataques cibernéticos contra otros países, incluido Irán, pero ha asegurado que las autoridades han tomado las medidas necesarias para defenderse.

Las acusaciones de espionaje son comunes entre Washington y Teherán, que han mantenido una relación al borde del conflicto desde que Estados Unidos decidiera retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear de 2015 e imponer sanciones económicas a Irán. La tensión se ha extendido al golfo Pérsico, donde se han producido ataques a barcos, el derribo de drones y la captura por parte de Irán de un petrolero británico.