Frío, suelos congelados, menos horas de luz y nevadas: la llegada del invierno afectará inevitablemente al campo de batalla en Ucrania, trastocando las condiciones del combate y perjudicando a las tropas ucranianas que durante los últimos meses han logrado importantes avances.

Tal y como subraya en su último informe el Ministerio de Defensa británico, la disminución de horas de luz, el frío y las precipitaciones introducen nuevas dificultades para los combatientes. Por un lado, las horas de luz se reducen a menos de nueve, frente a las 15-16 horas de luz que había en verano. Eso traerá ofensivas y frentes defensivos más estáticos y se tratará de evitar el combate nocturno.

Además, las temperaturas caerán a una media de 0ºC entre diciembre y febrero, en comparación con los 13ºC de septiembre a noviembre. Las tropas, con problemas de suministro de abrigo y alojamiento, corren también el riesgo de sufrir lesiones por congelación. Además, será más difícil salvar a los soldados heridos de gravedad. También las armas tendrán más posibilidades de estropearse con el frío.

Por otro lado, las lluvias, la nieve y la niebla pueden convertir el suelo en todo un lodo, lo que se conoce como la 'raspútitsa', que ocurre cuando la tierra firma se convierte en un lodazal. Esto es poco favorable para el avance de vehículos militares.

Las tormentas de nieve y niebla podrían afectar también la capacidad de detectar objetivos de artillería, a menos de que utilicen equipos de imágenes infrarrojas. La mayoría de los drones que tienen tanto Ucrania como Rusia son de tipo estándar, con cámaras muy básicas.

Visión nocturna en la oscuridad del frente

Ante el cambio que supone la llegada del invierno para las condiciones lumínicas, Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania miles de gafas de visión nocturna para seguir avanzando en la ofensiva a pesar de la oscuridad, claves en un momento en que a las dificultades que está provocando el frío y las temperaturas bajo cero, se une que rápidamente se hace de noche.

Un hándicap que las tropas ucranianas han tenido en cuenta para preparar a algunas de sus unidades a conciencia. En este sentido, el analista de Seguridad y Defensa Jesús Manuel Pérez Triana explicaba este lunes en Al Rojo Vivo que "la tecnología occidental es superior a la rusa" y "se la ha donado bastante material a Ucrania".

Se trata de gafas ligeras e impermeables que van incorporadas en un casco para dejar a los soldados las manos libres para portar armas. En cuanto a la visión, proporcionan imágenes muy nítidas y claras incluso en condiciones de oscuridad total. Sin embargo, no tienen suficientes unidades para todas sus tropas, por lo que estas gafas se están utilizando solo para operaciones especiales muy concretas.

A este respecto, Jesús Núñez Villaverde insistía, también en ARV, en que "no hablamos de operaciones a gran escala", puesto que "no todo el mundo lleva equipos de visión nocturna", que sí se emplean "para operaciones especiales batiendo objetivos muy concretos que puedan tener un alto valor simbólico y militar".

Mientras Rusia sigue atacando Ucrania con misiles, Kiev busca la manera de mejorar su armamento, y no solo estaría utilizando las citadas gafas, sino que habría incorporado drones con tecnología térmica para encontrar a las fuerzas rusas acampadas en los bosques.