Una semana después del tiroteo en una escuela primaria de Texas, en el que murieron una veintena de niños y dos profesoras, un instituto de Florida concluyó el miércoles su sorteo anual de rifles, pistolas y material de caza.

Desde el pasado 4 de mayo, los responsables del centro James Madison, de la ciudad de Madison en el norte del estado, han sorteado a diario una treintena de armas de fuego y diverso material de caza. "Es todo por los chicos", dijo el director del instituto, Mark Akerman, durante la retransmisión por Facebook del último sorteo, que, explicó, volvió a ser muy "exitoso".

El "gran premio" del sorteo, cuyo ganador se desveló este miércoles, era una escopeta de ciclo rápido Browning A5 Sweet 16, diseñada especialmente para la caza de aves.

Escopetas con mira telescópica y munición

La institución educativa de esta zona rural de Florida también rifó escopetas con mira telescópica, pistolas cortas, munición, prismáticos térmicos, un buscador de peces o una moderna ballesta. Un total de 30 días de sorteos para los que estaban invitados alumnos, maestros y personal administrativo del centro.

Cada papeleta tenía un coste de 100 dólares y el tope máximo era de 600 papeletas vendidas. Este sorteo se vio interrumpido por la matanza en la escuela primaria Robb, de Uvalde (Texas), donde el pasado 24 de mayo murieron 19 niños y dos maestras.

Akerman suspendió al día siguiente los sorteos "por respeto a estos trágicos acontecimientos", aunque los retomaron días después. Sin embargo, el sorteo no se detuvo cuando el 14 de mayo se registró un tiroteo en la localidad neoyorquina de Búfalo, en el que murieron diez personas, la mayoría afroamericanos.

Con un pequeño bombo que manejaba el vicedirector del instituto, Patrick White, responsable de sacar los nombres de los ganadores, este martes se retomaron los sorteos y se desvelaron los afortunados que se habían llevado las armas y elementos de caza que no pudieron rifarse debido al tiroteo en Texas.

Según el cartel de la rifa, los participantes debían "cumplir con todas las regulaciones" federales y de Florida, donde para las armas que no requieren de una licencia especial no es necesario siquiera pasar por un control de antecedentes. White concluyó el sorteo dando las gracias a los participantes porque con esta rifa "se ayudó a la escuela, que realmente lo necesita".

Primera causa de muerte en niños de 0 y 19 años

El tiroteo de Uvalde, en Texas, ha reabierto el debate sobre el control de las armas en Estados Unidos. Un virus que se extiende por el país y que ya es la principal causa de muerte en niños de entre 0 y 19 años, por encima de los accidentes de tráfico.

Sin embargo, la reivindicación de un amplio sector del derecho a portar armas, tanto en términos de idiosincrasia como legales, lastra cualquier recorte. El expresidente Barack Obama ya hizo especial hincapié durante su mandato en la necesidad de limitar el acceso a las armas, sobre todo para personas potencialmente peligrosas, con discursos simbólicos como el que pronunció, con lágrimas en los ojos, tras la matanza en la escuela Sandy Hook en 2012. "En el nombre de Dios, ¿cuándo vamos a plantarnos frente al 'lobby' de las armas?", imploró también emocionado el actual mandatario, Joe Biden, partidario de transformar el "dolor" en "acción" para adoptar medidas que, en su opinión, son "de sentido común".

La Asociación Nacional del Rifle, el gran lobby

El gran 'lobby' a favor de la tenencia de armas es la Asociación Nacional del Rifle, pero no está solo. En el terreno político, cuenta con apoyos principalmente en el seno del Partido Republicano y recuperó parte del terreno perdido durante la etapa de Donald Trump en la Casa Blanca. Quienes se oponen a posibles restricciones se amparan en la Segunda Enmienda de la Constitución: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas".

Para poder suprimirla o modificarla, hace falta cumplir con unos términos difíciles de lograr. Así, cualquier cambio en el texto aprobado en 1788 (al que se incluyó la Segunda Enmienda en 1789) requiere del apoyo de dos tercios de los miembros de ambas cámaras del Congreso, así como del de tres cuartas partes de los estados del país (38). Existe una segunda opción, por ahora inédita en la historia de Estados Unidos: que dos tercios de los estados convoquen una convención constitucional.