Violada, agredida y obligada a prostituirse durante 24 años. Es el infierno que vivió Valérie Bacot y que todavía no termina, ya que ahora se enfrenta a cadena perpetua por matar al hombre responsable, su padrastro.

Todo empezó cuando tenía 12 años. Todos los días después del colegio él abusaba de ella y mientras, su madre fingía no saberlo, hasta que un familiar denunció al hombre. Este acabó siendo condenado a cuatro años de prisión, de los que solo cumplió dos. Y al salir de prisión, el hombre volvió a vivir con ellas.

Entonces, volvieron las violaciones y Valérie se quedó embarazada, por lo que su madre la obligó a mudarse a otra localidad con su violador. Ahí daban comienzo otras dos décadas más de terror: encerrada, sufriendo insultos y palizas, y siendo obligada a prostituirse. Con su propio maltratador llegó a tener tres hijos más, a los que también amenazaba con una pistola

Con ese mismo arma, en marzo de 2016, tras una discusión, Valérie mató a su agresor. Como ella misma ha confesado, le contó a sus hijos lo ocurrido y estos no dudaron en consolarla y ofrecer su ayuda. Entre todos, escondieron el cadáver en un bosque y denunciaron su desaparición, hasta que meses después la policía francesa encontró el cadáver.

Su juicio es la semana que viene, aunque la opinión pública francesa ya ha dictado sentencia. Para pedir su absolución, se ha creado una asociación en su apoyo que recoge firmas, y el caso ha llegado al Senado francés, donde algunos políticos se cuestionan si es una asesina o una víctima. La sociedad pide que la justicia no añada más dolor a la vida de Valérie.

El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista. Está disponible 24 horas al día los 365 días al año. La llamada es gratuita y no deja huella en la factura, aunque hay que eliminarlo de las últimas llamadas.