El Gobierno de Indonesia quiere limitar el uso de agua subterránea a 100 metros cúbicos al mes por familia para paliar el hundimiento de ciudades como Yakarta, que se hunde cerca de 7,5 centímetros de media al año.

La medida, que ha sido anunciada por el Ministerio de Energía y Recursos Minerales, Muhammad Wafid, establece que aquellos que usen más de 100 metros cúbicos necesitarán un permiso especial, mientras que no habrá límite para el consumo del agua corriente. Según las autoridades, la mayoría de las familias usan una media de 30 metros cúbicos al mes de agua subterránea.

El hundimiento de Yakarta es uno de los motivos por los que el presidente, Joko Widodo, decidió en 2019 el traslado de la capital a la isla de Borneo, unos 1.000 kilómetros al este de Yakarta, que se encuentra en la isla de Java.

La nueva capital, Nusantara, está previsto que se inaugure en 2025 con un presupuesto estimado de 32.000 millones de dólares, aunque la construcción completa será hacia 2045.

El traslado de la capital ha sido un proyecto recurrente de los sucesivos Gobiernos desde la época de Sukarno, que gobernó Indonesia entre 1945 y 1967 y que propuso entonces la urbe de Palangkaraya, en la isla de Borneo, pero no ha sido ejecutado hasta Widodo.

Yakarta, que se encuentra en un 40 % por debajo del nivel del mar, se hunde cerca de 7,5 centímetros de media al año, según las estimaciones oficiales, uno de los ritmos más rápidos del planeta, y sufre por ello de frecuentes inundaciones, embotellamientos y polución. La todavía capital indonesia, situada en el noroeste de la isla de Java, tiene una población de unos diez millones de personas, habiendo sobrepasado su rápido crecimiento a la adaptación de sus infraestructuras básicas.