Las llamas consumiendo la catedral de Notre Dame de París impactaron a todo el mundo. De aquel incendio se cumplen ahora dos años y, entonces, una ola de solidaridad recorrió el planeta, ofreciéndose cantidades millonarias de dinero para reconstruir este patrimonio de la humanidad.

Dos años después, de los 800 millones que se prometieron, apenas han llegado unos 150 millones.

Sin embargo, a pesar de este retraso en la llegada de los fondos, el presidente Emmanuel Macron ha mantenido su compromiso de que la catedral reabrirá al público en 2024, cinco años después de ser casi consumida por el fuego, y justo cuando está previsto que se celebren los Juegos Olímpicos en la ciudad.

Hoy el presidente Macron paseaba entre los andamios protegido con un casco de seguridad. Se espera que a finales de verano acabe la primera fase, que lleva retraso por las restricciones por coronavirus.

"El compromiso de 2024 se cumplirá. Se cumplirán los cinco años. Lo que me importa es que se pueda respetar la planificación de las obras, con todo el respeto para los arquitectos y los oficios de arte", ha apuntado Macron en una entrevista publicada este jueves en 'Le Parisien'.

El jefe del Estado dice sentirse orgulloso por unas obras con las que "Francia entera está movilizada".

"Tenemos profesionales extraordinarios", "empresas de toda Francia" e incluso "se ha movilizado el bosque de Francia", señala en alusión a los robles que ya se han marcado para ser talados y utilizados en la reparación de la estructura de la techumbre de Notre Dame dañada por el fuego.

El responsable de las labores de reconstrucción, el general Jean-Louis Georgelin, precisa por su parte este jueves que las obras de restauración empezarán "a finales de este año", una vez terminado el trabajo de consolidación en verano, y asume el objetivo de reabrir la catedral en 2024 para las visitas y para los oficios religiosos.

"Eso no significará -puntualiza Georgelin en una entrevista a la emisora France Inter- que todo estará terminado", ya que el trabajo tendrá que continuar.

Así, aunque en el interior se habrá "prácticamente terminado" todo para 2024, y por ejemplo se habrá montado de nuevo el gran órgano -que necesitará seis meses para ser afinado- no se habrá finalizado la restauración de las capillas.

El general, en cualquier caso, relativiza eso recordando que "la primera piedra de Notre Dame se puso en el año 1163. La catedral está en obras desde 1163".