La planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ya está en manos de las tropas rusas. Un bombardeo esta madrugada ha provocado un incendio que ha activado todas las alarmas por el riesgo de sufrir una catástrofe, que según Ucrania, sería 10 veces mayor a la de Chernóbil. No obstante, los equipos de Bomberos han podido sofocarlo a primera hora de la mañana y, por el momento, "no se han registrado cambios en los niveles de radiación", según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
El personal de la planta, ya sitiada por el Kremlin, sigue controlando el estado de los bloques y garantiza su correcto funcionamiento. Los reactores de la central permanecen intactos y no se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, señala el regulador. Especialistas de este organismo están en contacto con los ingenieros de la planta atómica. "Los reactores de la central permanecen intactos, existen daños en el edificio del compartimiento del reactor de la unidad de potencia No. 1, que no afectan a la seguridad del reactor. Los sistemas y elementos importantes para la seguridad de la central nuclear están funcionando. No se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual", asevera el informe.
El ministro de Energía de Ucrania, Herman Galuschenko, ha advertido que el mundo está al borde de la mayor catástrofe nuclear en la historia de uso pacífico de la energía atómica. Galuschenko denunció que las tropas rusas emplearon fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central nuclear de Zaporiyia, "a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones".
No obstante, Rusia ha negado haber atacado la central con tanques, artillería y cohetes, y ha denunciado que el incidente ha sido una "provocación" llevada a cabo por un grupo de sabotaje ucraniano. "El objetivo de la provocación del régimen de Kiev en esta instalación nuclear radicó en el intento de acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva", ha denunciado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. Según el militar, las tropas rusas controlan la ciudad de Energodar y la central nuclear de Zaporiyia, que continúa funcionando normalmente, desde el pasado 28 de febrero.
Cronología del ataque
A las 05.55 horas (hora local) se localizaba un incendio en el edificio de entrenamiento de la central nuclear Zaporiyia en Energodar en un área de 2.000 metros cuadrados. "No ha habido víctimas ni heridos preliminares", informaba el Servicio de Emergencias de Ucrania. Previamente, las autoridades ucranianas habían informado de que las tropas rusas estaban intensificando sus esfuerzos para hacerse con el control de la planta y que habían entrado en la ciudad con tanques.
"Como resultado del continuo bombardeo enemigo de edificios y unidades de la planta de energía nuclear más grande de Europa, la planta de energía nuclear de Zaporiyia está en llamas", señalaba también el alcalde de la la ciudad de Energodar, Dmytro Orlov en su canal de Telegram, citado por Reuters, donde habló de una amenaza para la seguridad mundial.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dado un discurso a través de un video publicado en Facebook en el que ha pedido el cese de los bombardeos, denunciando que los tanques rusos "están disparando a unidades nucleares" y que estarían "equipados con cámaras termográficas". En este sentido, Zelenski ha mantenido una ronda de contactos y ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para recibir una actualización de la situación en la central nuclear, mientras la Casa Blanca estaría vigilando el incendio registrado, confirmado en un primer momento por el portavoz de la central, Andriy Tuz, quien ha advertido de un posible peligro real de amenaza nuclear.
Zelenski también ha hablado con el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que ha asegurado que pedirá una reunión especial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en las próximas horas por este ataque.
Si explota, "será 10 veces más grande que Chernóbil"
Por su parte, el titular de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, alertaba a través de Twitter de que el ejército ruso estaba "disparando desde todos los lados contra la central nuclear de Zaporiyia, la planta de energía nuclear más grande de Europa". "El fuego ya se ha desatado", afirmaba durante la madrugada el ministro, que advertía de que si la planta explotara la catástrofe "sería 10 veces más grande que Chernóbil".
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) se hacía eco de los informes de bombardeos en la planta nuclear e indicaba en Twitter que la situación era "seria". Su director general pedía así que se detuviera el uso de la fuerza y advertía del "severo peligro" si se impactaran los reactores. El pasado 1 de marzo, la OIEA perdió el contacto con las estaciones de monitorización radiológica automáticas ubicadas en la ciudad, que es el mayor de los emplazamientos nucleares de Ucrania. Allí albergan seis de sus 15 reactores.