La Fiscalía de la localidad alemana de Neurupping, en el estado federado de Brandenburgo, ha presentado cargos este martes contra un hombre de 100 años que fue guardia de un antiguo campo de concentración nazi por ser presuntamente cómplice de asesinato.

El hombre está acusado de trabajar en el campo de Sachsenhausen, cerca de Berlín, entre los años 1942 y 1945, donde habría contribuido conscientemente al asesinato en masa de los presos del campo en cuestión. Los fiscales, que han confirmado los cargos a la agencia de noticias DPA, han señalado que el hombre —acusado de ser cómplice del asesinato de 3.518 personas— aún puede ser juzgado a pesar de su edad.

Desde la sentencia dictada contra el supervisor del campo de concentración John Demjanjuk, en 2011, es habitual que las autoridades no exijan pruebas de culpabilidad ilegal en este tipo de casos. Aun así, servir en un campo de concentración donde se cometieron asesinatos masivos sin control bastaría como prueba de los crímenes.

Entre 1936 y 1945, más de 200.000 personas murieron en el campo de Sachsenhausen a causa del hambre, enfermedad, trabajos forzosos, experimentos médicos, malos tratos y procesos sistemáticos de exterminación. "Estos procesos son un importante ejemplo de la justicia no tiene fecha de caducidad y de que los perpetradores no escaparán ni siquiera por su edad", ha aseverado Christoph Heubner, vicepresidente del Comité Internacional de Supervivientes de Auschwitz.