Desde el anuncio de Putin, el caos se ha instalado en Rusia. Los ciudadanos del país, que hasta el momento vivían ajenos a las consecuencias más duras de la invasión en Ucrania, están comenzando a ser reclutados en todos los puntos del país, de forma inesperada y a pocas horas de tener que irse a los centros de reclutamiento.

El malestar ya está comenzando a verse incluso en estos centros. De hecho, el Kremlin ya ha prohibido vender alcohol a menos de 300 metros de este tipo de centros para evitar escenas como la que se puede ver en el vídeo principal de esta noticia, donde varios aspirantes a soldados luchan totalmente ebrios a las afueras de un centro de reclutamiento.